Más vale tarde que nunca dicen, así que aquí os dejo una crítica de Batman Begins que en esta ocasión he preferido que realice el colega Zabel, auténtico experto en el tema y fanático del hombre murcielago como lo soy yo del trepamuros. Disfrutadla! :
Decía David Hernando que Batman es uno de los pocos personajes de cómic que ha traspasado la barrera del papel para convertirse en un icono cultural. Tras casi setenta años de historias, en los que al personaje le ha pasado de todo (desde su época camp hasta la más detectivesca, desde su afiliación a la JLA o a los Outsiders hasta su renacimiento como el Señor de la Noche), el público no parece cansarse nunca de Batman, ni de los maravillosos personajes que nacieron entre sus páginas.
Hay en el mundo de la historieta una curiosa máxima que parece cumplirse siempre: puedes contar la historia que quieras, de la forma que quieras, que llegará un punto en que se volverá a hablar sobre ello. O dicho con propiedad, el mundo del cómic es cíclico, vuelve siempre sobre sí mismo, y resulta que esta curiosa propiedad también puede aplicarse al mundo del cine.
En la era de los remakes, las continuaciones y las precuelas, vale todo. Igual que dos autores, sean guionistas o dibujantes, tienen visiones distintas de un mismo personaje, así acontece con los responsables de las adaptaciones cinematográficas. Y en plena fiebre de adaptar personajes de cómic a la gran pantalla, ya sea por falta de ideas o por ánimos lucrativos, tenía que tocarle el turno a uno de los más grandes: Batman.
Pero hagamos memoria: retrocedamos al año 1989, cuando tuvo lugar el primer largometraje sobre el personaje. De la mano del genial director Tim Burton y con un elenco de estrellas en el reparto, encabezado por Jack Nicholson, Michael Keaton y Kim Basinger, “BATMAN” cosechó excelentes resultados por parte de crítica y público, además de hacer olvidar a aquel personaje de los sesenta y extender la Bat-manía hasta límites insospechados. Un dignísimo film que sin embargo daba la impresión de haberse podido pulir un poco mejor, como más tarde reconocería el propio Burton.
Este mismo director tendría otra oportunidad en la secuela “BATMAN VUELVE”, estrenada en junio de 1992. Y hay que reconocer que esta película conforma un producto mucho más ‘redondo’ que su predecesora, sobre todo en términos visuales y a la poderosa interpretación por parte de todo su elenco de actores. Sin embargo, pese a la calidad de la cinta, la recaudación en taquilla no acompañó esta vez, al menos no tanto como sus dirigentes se esperaban.
Y así, mediante la justificación de que querían romper con lo hecho hasta el momento, los estudios Warner preparan la 3ª entrega de Batman, que se acabará llamando “BATMAN FOREVER”, y cuya ruptura con las anteriores es evidente. Bajo la batuta de Joel Schumacher y con un reparto completamente inédito (salvo algunos secundarios, como Pat Hingle o el siempre correcto Michael Gough, el Comisario Gordon y el mayordomo Alfred, respectivamente), la película es sólo un mero reclamo comercial carente de la profundidad que tenían las de Burton.
Pero lo peor aún estaba por llegar: apenas dos años más tarde, en 1997, Schumacher vuelve a la carga y desmitifica para siempre la imagen de Batman (y ya de paso, las de los personajes que lo acompañan) con “BATMAN Y ROBIN”, auténtico sub-producto de una otrora grandiosa franquicia; las bromas sobre la iconografía gay y los estúpidos gags que no dejan de soltar sus personajes perdurarán como una losa pesada hasta el fin de sus días. El batacazo que se dieron les está bien empleado a todos.
Ah, pero la esperanza es una cualidad admirable en el ser humano, y como dijo aquél, nunca ha de perderse; tras varios años de incansables rumores, hipotéticos nuevos repartos y un montón de desmentidos oficiales, se planteó la posibilidad REAL de encauzar de nuevo la que había sido una de las más rentables sagas cinematográficas de la historia. Sólo había que esperar el momento y al director adecuado: en este caso, el señor Christopher Nolan.
De filmografía quizá no muy extensa, pero de una calidad contrastada, Nolan se embarcó en la difícil tarea de reconstruir a Batman para la gran pantalla; su visión era clara, ignorar completamente los antecedentes de sobra conocidos, volviendo así a la esencia del cómic. Y el resultado final, tras meses de rodaje, un secretismo impenetrable y la información destilada con cuentagotas, es, sin lugar a dudas, muy positivo.
No pretendo engañar a nadie; soy un fan declarado e incondicional del personaje desde que lo conocí en aquella mítica serie de los 80, los “Super-amigos”, luego por algunos comics clásicos que poseían algunos de mis conocidos y finalmente, por la representación oscurantista y gótica de Tim Burton. No quiero venderle a nadie que ésta es la película definitiva del Hombre Murciélago, ni voy a entrar en esas odiosas comparaciones que se le han atribuido (¿nadie más ha oído referirse a esta película como “el Padrino de los superhéroes”? Bueno, mejor).
Y sin embargo, yo creo que es la versión más acertada que se ha dado del personaje. La más fiel a los comics, también (pues son cosas como el que Batman matase a casi todos sus villanos en películas anteriores lo que nos chocaba a los que no le habíamos visto hacer eso antes en otros medios). Y ya no hablemos de su reparto, de auténtico lujo, del buen uso de efectos especiales clásicos que no abusan nada del ordenador, la inteligente premisa argumental o la trepidante puesta en escena…
“BATMAN BEGINS” nos remonta a los muy primeros comienzos del Señor de la Noche, antes incluso de ser considerado ese mito urbano que todos conocemos. El guión toma elementos de algunas de las mejores obras del personaje (sobre todo del genial e imprescindible “Año Uno”, con esos Carmine Falcone o el Teniente James Gordon calcados de la misma) y los mezcla con buenas dosis de acción (la espectacular persecución del Batmóvil), flashbacks (todo el primer acto de la película, hasta la primera aparición propiamente dicha de Batman) y otras situaciones más típicas de estas adaptaciones al cine (como el forzado romance entre Bruce Wayne y la ayudante del fiscal Rachel Dawes, por ejemplo). A mí lo que más me ha llamado la atención, personalmente, es el que Bruce Wayne primero y luego Batman acaparen el centro de atención, y el resto de personajes ayudan a profundizar en sus raíces, sus miedos, su esencia. Ni siquiera los villanos parecen capaces de robarle un solo plano, y no será por su inquietante presencia (sobre todo, la de Cillian Murphy como el Espantapájaros).
No es una película enteramente perfecta, pero sí muy bien llevada. Sobre el equipo técnico del rodaje y la dirección hay bien poco que criticar; si acaso, un defecto que parece mostrar Nolan en todas sus películas, que es la falta de profundidad en las escenas de acción. Según declaraciones del mismo, su objetivo fue precisamente ése, reflejar la sensación de confusión que se apodera de los criminales cuando son atacados por Batman. El caso es que sea cierto o no, a veces es algo difícil seguir dichas escenas, aunque sólo sucede en momentos puntuales.
Y tampoco se queda atrás el reparto de la cinta, que viene encabezado por un sensacional Christian Bale. Quienes lo conozcan de otras películas como “El Maquinista” o “American Psycho” sabrán de la versatilidad de este joven actor, que para mí al menos ha dejado de ser una promesa. Asegura David Hernando que su “¡¡Júralo por mí!!” en versión original es alucinante, pienso comprobarlo en cuanto salga el DVD. En cualquier caso, ni un solo miembro del reparto desmerece del resto mirándolo en su conjunto.
En cuanto a la banda sonora, mucha gente se temía que sin el maestro Danny Elfman y sus temas clásicos la música perdería fuelle con respecto a las imágenes en pantalla. Bien, pues el resultado ha sido algo ambiguo. Los compositores Hans Zimmer y James Newton Howard han elaborado varios temas inspirados en la puesta en escena y el acompasamiento de la acción, alcanzando momentos de corte épico en ocasiones (en concreto, el grandioso tema Molossus), pero cayendo en la monotonía el resto. Lo cierto es que durante la película, las imágenes prevalecen sobre la música la inmensa mayoría de las veces. Aún así se deja escuchar perfectamente y de hecho gana enteros si se hace en solitario.
Bueno, hasta aquí mi análisis sobre “BATMAN BEGINS”. No dejo de recomendárosla encarecidamente a los que no la hayáis visto todavía (¿a qué estáis esperando?), y a los que sí, os emplazo a volver a hacerlo en el futuro. Es esta película de esas que ofrecen segundas visiones interesantes, en las que se encuentra siempre algún detalle nuevo (aquí, los seguidores más devotos del personaje ya apreciamos la cantidad ingente de guiños y referencias que se introdujeron). Pero por encima de todo se nota que esta vez ha habido un verdadero afán por hacer las cosas bien, sin excesos, poniendo especial atención en los pequeños detalles. Y siendo así, yo sólo puedo desear que este nuevo comienzo sea el primer paso de otros muchos de calidad dentro de esta renacida franquicia.
Zabel Babelrock
No es por nada pero Hans Zimmer y James Newton Howard son unos genios. A mí me encanta especialmente el primero, que tiene en su haber Bso's de auténtica maestría. JN Howard tampoco se queda atrás, y sino oid la BSO de 'El Bosque', por poner un ejemplo. En cuanto a Hans Zimmer oid, por poner algunos ejemplos, 'El Último Samurái', 'BH Derribado', 'Troya', 'Black Rain', 'Lágrimas del Sol' ...
ResponderEliminarPD: Frf, dos cosas:
1) tienes walls??
2) el jueves a madriz
Pues venga, que se pongan con la secuela YA.
ResponderEliminarLos son Gabi, pero creo que en esta ocasión no es que no hayan estado a la altura, es que tenían una competencía (la partitura de Elfman) insuperable.
ResponderEliminarY sí Ruina, a ver si se ponen con la secuela que de entrada tiene mucha mejor pinta sin el personaje de Rachel y con el Joker.
Por lo demás coincido plenamente con el artículo del colega Zabel (sino no se lo publico jajajaja), aunque he de decir que de mi entusiasmo inicial tras ver la película ha bajado unos cuantos puntos. Que me sigue pareciendo muy buena vaya.