17/5/08

El nombre del mundo es bosque



El nombre del mundo es bosque ha sido mi primer contacto con el universo de Úrsula K. Le Guin. Una escritora en la que, conectando con el post anterior, he encontrado muchas similitudes con Alfred Bester. Ambos tienen una capacidad de síntesis asombrosa, les bastan unas pocas páginas para presentar a sus personajes y fijar las directrices del entorno en el que se van a mover. Esta historia tiene mucho más mérito si cabe porque está enmarcada en un ciclo (el ciclo Hainish) y establece relación con los otros libros que lo comprenden, pero no hace falta haber leído ninguno para disfrutarla independientemente. Supongo que cuando me adentre en Los desposeídos y La mano izquierda de la oscuridad descubriré múltiples guiños que ahora permanecen ocultos a mi vista.

Situados en el planeta Athshe, la novela nos cuenta los estragos que una expedición terrestre provocará sobre los habitantes del planeta, los Athshianos, unos hombrecillos verdes y peludos que verán como su pacífico modo de vida es cambiado para siempre tras esta dramática intromisión. Pese al contexto futurista la crítica va lanzada contra los viejos modelos coloniales e imperialistas. Los hombres establecerán sus asentamientos esclavizando a los atshianos y deforestando su planeta, algo que tiene una connotación particularmente negativa para ellos dado el vínculo que, como raza, tienen con el ecosistema del mismo. Ciencia ficción de corte ecológico servida en forma de distopía, y que me ha parecido un referente con puntos sospechosamente similares a La voz de los muertos, segunda parte de la saga Ender de Orson Scott Card y que se publicó unos 10 años después.

6 comentarios:

  1. Veo que su velocidad de crucero es similar a la de un servidor: lento-pero-seguro. No he explorado aún los universos de sir Bester o de doña Le Guin, pero andan ahí, en esa pila de pendientes que un día acabaré fagocitándome, y suben puestos gracias a sus recomendaciones.

    En cuanto al parecido con La Voz de los Muertos, no sería de extrañar, pues quizás el señor Scott Card fue demasiado poco sutil en su aprovechamiento del tirón y premio de su primera entrega enderiana.

    ResponderEliminar
  2. Es que estoy en una de esas épocas de semirretiro forzoso. Le debo un mail que me arrancó unas cuantas risas con esos descubrimientos en forma de casposillos juegos de mesa.

    Este libro se lo recomiendo, es lo suficientemente corto para que no le robe demasiado tiempo pero además es que me ha parecido muy bueno. Los de Bester sobra decir que estoy obsesionado con ellos. Puede que le gusten, puede que no, pero si cae en el primer grupo... obras maestras.

    Y lo de Orson Scott Card... primero descubro tardíamente las sospechosas similitudes de El juego de Ender con Starship Troopers y ahora esto no me ha parecido muy casual. En el caso de El juego de Ender no va a cambiar mi impresión del libro que es excelente (es de mis favoritos) pero en cuanto a La voz de los muertos... pues no se que decir. Es un libro que llevo años intentando decidir si me gusta o no, y este tipo de cosas inclinan la balanza.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Soy más de Bester, pero Los desposeidos es un pedazo de libro. Gana más la Ursula cuando se pone mas politica y cabrona, le suele faltar un poco de cinismo.

    ResponderEliminar
  4. Estoy buscando Los desposeídos como loco pero sólo lo encuentro en un recopilatorio de tapa dura (odio la tapa dura) que viene con éste y con La mano izquierda de la oscuridad, que ya lo tengo.

    Deseando hacerme con él, ya te digo.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. No, si yo me refería a su ritmo en tanto que descubrimientos presupuestamente tardíos para el mundo en que habitamos. Y por el mail, sin prisas, ya sabe dónde vivo :P

    ResponderEliminar
  6. Entonces me alegra mucho más su comentario. La mayoría de las veces me da vergüenza confesar mis carencias... si supieran cuando leí Watchmen o ví El padrino...

    ResponderEliminar