Dust juega con ventaja. Decidme si podéis resistiros a echarle un vistazo después de ver esto:
Dar la vuelta a la caja y ver de lo que trata el juego hace que siga ganando enteros:
"¿Y si la Segunda Guerra Mundial nunca hubiera terminado? ¿Y si algún tipo de tecnología alienígena hubiera llevado a la creación de un terrible armamento? ¿Y si esta fuera la batalla definitiva? Tras el descubrimiento de una nave espacial alienígena en 1938 la historia de la humanidad ha cambiado. Las naciones se enfrentan por la conquista de una misteriosa fuente de energía. ¿Podrás dirigir a una de ellas a la victoria? ¿O reducirás el mundo a cenizas?" [Ficha de Boardgamegeek]
Maldita sea, ya estaba con la mano en la tarjeta de crédito para llevármelo. Lo que me lo ha impedido es que, pese a estar hipnotizado con semejante carta de presentación, aquello de no juzgar por el envoltorio se está convirtiendo en una necesidad en los juegos de mesa. Mas si estamos hablando de un lanzamiento de Edge, que cuida tanto este aspecto que puedes terminar con todo su catálogo de novedades medio olvidado en el fondo del armario.

Necesito más referencias de Dust, no quiero otro pseudo Risk que no aporte nada a una ludoteca en la que ya hay demasiadas "jovenes promesas" cogiendo polvo y medio abandonadas. Lo que si he descubierto es que tiene comic, algo normal teniendo en cuenta que el creador del universo Dust (Paolo Parente) es ilustrador.

¿Habéis visto la portada, no? Efectivamente y por si no nos habíamos dado cuenta, Dust es explotación pura y dura (el artifice es italiano, para que decir más). Cortapegas de aquí y allá que sin embargo parecen la materialización de un hipotético listado de "cosas que nos molan". Mientras pasaba las páginas desfilaban ante mis ojos: alienígenas, nazis, soldados zombie, comunistas, gorilas biomecánicos, tipos duros, jamonas medio en pelotas y alianzas imposibles en un mundo en guerra al borde del apocalípsis. Todo en 56 páginas. Con semejantes ingredientes deberíamos estar hablando del mejor cómic de todos los tiempos, pero este primer número demasiado tiene con sentar las bases de la historia y alegrarnos la vista, viñetas grandes al estilo Image mediante. El resultado de todo el batiburrillo es divertido aunque menos desenfadado de lo que la ocasión requería, lo que hace que sea recomendable a medias. De lo que no cabe duda es del talento de Parente (que también ha ilustrado cartas Magic, entre otros juegos). ¡Al final en lo que estoy interesado es en que saque un libro de ilustraciones!
Maldita sea, ya estaba con la mano en la tarjeta de crédito para llevármelo. Lo que me lo ha impedido es que, pese a estar hipnotizado con semejante carta de presentación, aquello de no juzgar por el envoltorio se está convirtiendo en una necesidad en los juegos de mesa. Mas si estamos hablando de un lanzamiento de Edge, que cuida tanto este aspecto que puedes terminar con todo su catálogo de novedades medio olvidado en el fondo del armario.
Necesito más referencias de Dust, no quiero otro pseudo Risk que no aporte nada a una ludoteca en la que ya hay demasiadas "jovenes promesas" cogiendo polvo y medio abandonadas. Lo que si he descubierto es que tiene comic, algo normal teniendo en cuenta que el creador del universo Dust (Paolo Parente) es ilustrador.
*click*
¿Habéis visto la portada, no? Efectivamente y por si no nos habíamos dado cuenta, Dust es explotación pura y dura (el artifice es italiano, para que decir más). Cortapegas de aquí y allá que sin embargo parecen la materialización de un hipotético listado de "cosas que nos molan". Mientras pasaba las páginas desfilaban ante mis ojos: alienígenas, nazis, soldados zombie, comunistas, gorilas biomecánicos, tipos duros, jamonas medio en pelotas y alianzas imposibles en un mundo en guerra al borde del apocalípsis. Todo en 56 páginas. Con semejantes ingredientes deberíamos estar hablando del mejor cómic de todos los tiempos, pero este primer número demasiado tiene con sentar las bases de la historia y alegrarnos la vista, viñetas grandes al estilo Image mediante. El resultado de todo el batiburrillo es divertido aunque menos desenfadado de lo que la ocasión requería, lo que hace que sea recomendable a medias. De lo que no cabe duda es del talento de Parente (que también ha ilustrado cartas Magic, entre otros juegos). ¡Al final en lo que estoy interesado es en que saque un libro de ilustraciones!
Con el tebeo no me he atrevido, no estoy seguro de que sea mi estilo. Respecto al juego, lo probé hace unos meses y no me pareció nada nuevo bajo el sol. En esencia es un Risk con reglas añadidas para que huela a wargame, pero al final ni tiene la accesibilidad de uno ni el realismo de los otros. Olvidable.
ResponderEliminarCosas buenas: muy vistoso y cientos de minifiguritas con tanques, mechs, submarinicos... Tiene dos reglamentos con distinto nivel.
Cosas reguleras: el tablero son 6 u 8 piezas de cartón finico en forma de puzzle que se ensamblan, formando un todo algo irregular y endeble. Y el juego tiende al análisis-parálisis.
Si te gustan los juegos de conquista y control de área hay opciones mucho más jugosas. El Grande o Shogun son dos de ellas. Atento a la versión Decenial Edition de El Grande. Por el mismo precio que la versión sencilla incluye las 4 expansiones.
Pues tiene muy buena pinta... lo malo de estas cosas es que hay que sacar tiempo para poder jugarlo con los amigos... y últimamente no ando muy sobrado de tiempo que digamos...
ResponderEliminarEs el juego que estaba esperando. De dónde lo has sacado?! Saludos!
ResponderEliminarGracias por ese reseña Vengador Tóxico porque es justo lo que necesitaba (y lo que me temía). Apunto El Grande y Shogun para echarles un vistazo. No me ha decepcionado todavía nada de lo que hayas recomendado.
ResponderEliminarPorlacara: Parece un sistema de juego más largo que un Risk, por ejemplo, pero sí, que para montar un tablero de lo que sea y llamar a los amigotes hay que sacar un ratejo.
Budokan: Pues edita Edge, en Argentina no se... pero búscalo que es muy conocido.