- El joven que soñaba con un crucifijo y un bidón de gasolina: A principios de la semana pasada y coincidiendo con el comienzo oficial de estas jornadas, supimos de la detención de un tipejo aficionado al Quimicefa que pretendía atentar contra la manifestación laica. Buscad vosotros mismos el medio que os plazca para consultar la noticia, si es que no os hicisteis eco de la misma, puesto que en este serie de post no voy a poner ni un solo enlace a un medio de comunicación por motivos que explicaré más adelante. Lo que me sorprendió de la noticia fue su enfoque y tratamiento: todos los medios coincidieron en señalar al individuo en cuestión como un fanático que había intentado llevar sus ideas demasiado lejos. El paso de los días lo identificó incluso como voluntario de la JMJ pero se habló en todo momento del individuo, nunca del grupo.
Perfecto, justo como tiene que ser.
Tarados hay en todas partes y la probabilidad de encontrarlos aumenta porcentualmente cuanta más gente reune un colectivo. Parece bastante lógico, ¿verdad? Es difícil pensar que de todos esos jóvenes que han paseado con su gorra roja y agitando la bandera de su país por las calles de Madrid estos días no haya alguno que deseara, en secreto o a voces, una vuelta a las Cruzadas. Afortunadamente estos desviados son, si es que hay alguno realmente, una microscópica minoría y como tal debemos considerarla. Es decir, volvemos a las obviedades más básicas: no debemos extrapolar lo que hace un individuo aislado al comportamiento general que muestra el grupo.
¿Os imagináis que esto hubiera pasado a la inversa? ¿Que a cualquier idiota “simpatizante” del #15M le hubiera dado por desempolvar su Quimicefa también? Pensad en ello.
(Para añadir más emoción al asunto existe la Teoría del Troll, que desvincula al potencial “terrorista” de la organización de la JMJ y hasta del cristianismo. ¡La dosis extra de conspiranoia que necesitábamos! Buscadla, que al menos aporta pruebas, e intentad sacar vuestras propias conclusiones. Créase dicha teoría o no, lo que pretendía exponer en este punto eran esos “defectillos” de enfoque que suelen tener nuestros medios de comunicación. Por cierto, la historia de este Unabomber de bolsillo y su conclusión tampoco tienen desperdicio...)
Antes de continuar tengo que decir que, pese a que me viene de perlas para ilustrar el post, no me gustan ciertas connotaciones que arrastra la imagen.
¿No puede una persona ser católica e indignada?
¿Era necesario remarcar 15M vs JMJ como conceptos y grupos contrapuestos? (quiero decir: dejemos a Público y a La Razón hacer su trabajo...)
¿Dos señores que suman casi 200 años son los representantes del sentir de la juventud actual?
Como meme es una imagen muy graciosa, como pancarta para la manifestación laica, tremendamente desacertada.
- 2 + 2 = 5: No me considero muy bueno haciendo números ni sacando conclusiones lógicas. Por eso mismo me sorprende mucho que gente que, por su cargo, tiene que ser más espabilada que yo no vea ciertas cosas que me parecen de una evidencia absoluta. Me estoy refiriendo a que creo que no era muy buena idea hacer confluir una manifestación laica por un punto tan caliente como Sol justo en el mismo momento en el que iban a empezar a brotar peregrinos como setas (gran parte de ellos extranjeros, es decir, que no tienen ni idea de lo que puede estar pasando). Simplemente porque me resulta imposible pensar que no vayan a producirse incidentes, si el ambiente está caldeado (y tan sólo hace falta recordar los desalojos de la semana anterior…) sólo hace falta un idiota en cualquiera de los bandos para que la mecha se prenda en cualquier momento. No estoy sugiriendo que debiera haberse prohibido la marcha o su tránsito por Sol (¿por qué?), pero una mayor presencia policial desde un principio, la simple previsión de que dos facciones contrarias iban a verse cara a cara, posiblemente hubiera evitado el drama. Algo al menos. Por supuesto que esto no es tan fácil como aquí lo expongo, que parece que estoy jugando al Sim City. Pero es para coger a los responsables y decirles “Señores, hagan su trabajo”.
¿Reuniríais vosotros en la misma plaza a hinchas del Barça y el Madrid? ¿Tan difícil era no prever alguna salida de tono que derivara en trifulca? No hagamos complejo algo tan sencillo de comprender… Ahora toca el siempre difícil ejercicio de la asunción de responsabilidades y entonar el, adecuadísimo teniendo en cuenta el contexto, mea culpa, que es algo que ya sabemos que no se estila mucho en la piel de toro. Lo que sí se estila es el partidismo, el uso de los defectos y errores propios y ajenos como arma arrojadiza contra el rival político. A fin de cuentas dentro de nada entramos en campaña de nuevo (si es que la campaña cesó algún día) y a la hora de señalar culpables Madrid es tierra de nadie y de todos según convenga.
Las imágenes, videos y testimonios que nos ha dejado el “choque ideológico” del pasado miércoles son espeluznantes. Para mí ha sido muy difícil encajar e interpretar esas estampas de peregrinos jaleados por una masa enfervorecida o rezando en medio de lo que parecía una batalla campal; al igual que las relativas a las, a todas luces, desmedidas cargas policiales contra personas que les estaban… ¿insultando? ¿Es ese el aguante psicológico de los designados para protegernos? No veo justificado el uso de la fuerza en el famoso video del guantazo a la chica, por poner un ejemplo que a estas alturas se está convirtiendo en un viral. Con esas fotos y esos videos en sus discos duros de destino, cada bando tiene ahora argumentos tangibles para hacer la demagogia que le plazca. Yo no puedo más que dudar y cuestionar porque, mal que me pese, me falta un contexto que no logro esclarecer, gracias a las múltiples y nada objetivas versiones de los hechos existentes. En este caso la imagen sola no me vale más que las mil palabras de explicación que, seguro, tiene detrás.
De todas las cosas que diariamente me producen asco y vergüenza ajena en este país, estos altercados han superado todas mis expectativas. Me parece increíble pensar que se pueda haber insultado a personas extranjeras que no tenían ni puta idea de qué es lo que se estaba reivindicando en esa manifestación ni por qué. Me parece increíble que se meta en el mismo saco y para todos los efectos a todos y cada uno de los manifestantes laicos participantes. Me parece increíble, lamentable y vergonzosa la actuación de una Policía que, a tenor de los muchos testimonios audiovisuales que estamos viendo estos días, actuó desproporcionadamente y con un estilo sospechosamente similar a esas cargas de los Mossos d'Esquadra cuando desmantelaron el campamento del #15M de Plaza Catalunya.
Se ha hablado a posteriori de que el mensaje que querían transmitir los organizadores de la manifestación laica se había desvirtuado. No es sólo eso lo que ha terminado desvirtuado. Por mi parte y a día de hoy no puedo creer menos en la eficacia de ningún tipo de manifestación como medio reivindicativo de lo que sea, una herramienta que está sufriendo un desgaste peligroso desde el #15M (ya se ha tomado la calle para “protestar”, ¿ahora qué?). Y en cuanto a la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sólo cabe esperar mayor virulencia y despropósito en un futuro. Vuelvo a citar a Javier Esteban: “¿Estamos volviendo a los buenos viejos tiempos en que en este país era aceptable y comprensible reprimir no sólo ya el laicismo, sino la crítica a los estamentos, a hostias?”
Un poquito de humor negro antes de pasar al siguiente punto: parece, más que nunca, que pagaron justos por pecadores.
[Continuará]
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