10/4/11

¡Indignaos!

La escena está tan estereotipada, tan cargada de tópicos, que os va a parecer que me la he inventado. Eso mismo es lo que me ha motivado a contarla por aquí.

Fue hace unos días, en El Corte Inglés de Nuevos Ministerios. Fuí a comprar Dentro de Wikileaks (para que veáis que sigo bastante obsesionado con el tema), un libro que me ha encantado y que os recomiendo. Ha resultado ser bastante mejor de lo que esperaba, siendo lo que esperaba una versión de Multimillonarios por accidente sustituyendo Facebook por Wikileaks. Efectivamente no iba tan desencaminado pero me ha parecido mucho mejor que una pataleta de Daniel Domscheit-Berg por haber sido apartado del proyecto. Creo escuchar a alguien al fondo gritando "DISGRESIÓN" así que vuelvo al tema...

A la hora de ir a pagar me dirigí a una caja en la que había un grupito de chicas adolescentes con el uniforme del colegio (15 años podrían tener) cargando con todo tipo de material de Justin Bieber y algunas cosas de Lady Gaga. Creedme cuando os digo que habían arrasado con todo el merchandising existente. En vez de aprovechar un poco más mi tiempo libre e irme a otra caja que estuviera vacía, hice lo que suelo hacer habitualmente en estas situaciones. Quedarme como un pasmarote mirando. Cualquiera podría pensar que soy un miserable tipo Sostres, pero no, soy más bien una maruja criticona de los (lamentables) gustos ajenos. Agudicé mis sentidos a lo Daredevil y escudriñé toda la mierda infecta que se llevaban. Discos, posters, camisetas, la obligada Super Pop... La BIOGRAFÍA (!) de Justin Bieber (hasta dos libros más del individuo este llegué a contar). Me hizo mucha gracia que compraran calendarios. Yo también compro calendarios en abril porque están tirados de precio. Pero yo soy un cutre, las niñas estas eran pijísimas y se notaba que habían ido de compras en plan destroyer a la salida del colegio. Pagaban con billetazos y tarjetas regalo de El Corte Inglés. Más tarde me enteré que era el concierto del pavo este y me cuadraron un poco más las cosas.

Allí estaba yo, contemplando el panorama y pensando en El Club de la Lucha, cuando Tyler amenaza a aquel chino para que haga algo útil con su vida. El tiempo se había congelado. No se que pasaba con las chicas, a una no le pasaba la tarjeta, o no tenía dinero suficiente o vete tú a saber pero el espacio tiempo se había detenido. Antes os he dicho que eran un grupillo. Eran más de 300, ahora que me daba cuenta. 300 cabezas de chorlito espartanas del amor de Leonidas Bieber arrojandose por el acantilado del desvario y... En ese momento alguien me da un golpecito en el hombro. Me giro y una señora muy mayor (que me recordó a la Tia May del Universo Ultimate pero más vieja), me confunde con algún encargado y me pregunta dónde está la sección de Política. O de Ensayo. O de Ensayo Político, no se lo que dijo. Cómo me acababa de sacar del trance no la escuché muy bien. Sabía a que sección se refería pero como no quería confundirme le indiqué dónde había un encargado. Perdona hijo que creía que... No se preocupe señora, si con estas pintas que llevo cualquiera se confunde...

En ese momento la congregación de adoradoras de San Justino pasó a un segundo plano, dejó de existir. Mi atención fué absorbida por la abuelita entrañable. Me había llamado la atención lo vivaracha y despierta que parecía, algo que contrastaba mucho con el hecho de que andaba un poco a trompicones y la pobre se movía a cámara lenta. Estaba buscando un libro en concreto. Me había dicho el título y el autor y no me sonaba de nada. Del par de frases que habíamos intercambiado interpreté que estaba "preocupada" porque se había dado una vuelta por toda la planta y no lo había encontrado y era muy raro porque acababa de salir. Eso y que admiraba mucho al autor. También era una FAN y me hizo bastante gracia porque me dí cuenta de que estaba rodeado por distintos tipos de fans. La seguí con la mirada y ví cómo el encargado le daba el libro. Me pareció increiblemente entrañable que sonriera. Estaba ilusionada por haberlo encontrado. La sección de ensayo no estaba muy lejos de la cola en la que seguía esperando. Recordemos que yo seguía clavado en mi sitio, esperando que las niñas pijas se esfumaran. A lo mejor se habían ido ya y simplemente estaba en medio de la nada mirando a la abuelita entrañable caminar cámara lenta hacia la caja. Cuando llego a mi posición ví el libro y creo recordar que me dijo algo así como que por fin lo había encontrado. El libro era este:



Seguramente exista una historia muy interesante detrás del interés de la señora en el libro. Y era evidente que tenía ganas de hablar. Pero de repente me pareció que llevaba una eternidad esperando y que ya había perdido suficiente tiempo. Salí de la inopía de golpe. Cedí mi sitio a la señora y me despedí de ella. De alguna manera sentí que debía comprarme el libro yo también, así que lo cogí y me dirigí a pagar a otra parte. Allí la deje, hojeando ¡Indignaos! mientras en la caja se había producido un drama del que no me había percatado: había aparecido una señora que estaba pasando su tarjeta de crédito. Intuí que sería la madre de alguna de las niñas que no tenía dinero suficiente o alguna desgracia similar, porque creí ver a una de ellas medio llorando. No me había dado ni cuenta aunque no es de extrañar, el tiempo fluctuó irregular en todo este intervalo. Quizá por el choque producido por estas dos concepciones tan distintas y tan distantes del fenómeno FAN.

P.d: No seré yo quien señale con el dedo acusador a las hordas de sufridoras-fans-histéricas-teenager. ¡Por favor! Bastante tienen ya con lo suyo. De hecho, conozco casos que han logrado reinsertarse efectivamente en la sociedad. En este video aparece una ex-compañera mía de clase que ahora está en las listas de un partido y aporta cosas constructivas a la sociedad y eso. Mucho más de lo que puede decirse de mí o de cualquiera de los que me leéis, que ya se de que calaña estáis hechos.



P.d2: Sirva el post también para recomendar ¡Indignaos! Tengo que reconocer que no conocía de nada a Stéphane Hessel y me alegra haberlo descubierto a raiz de este pequeño ensayo que llegó a mí por casualidad. Os invito a investigar su fascinante vida porque no tiene desperdicio, sobre todo su legendaria "buena suerte"... Es bastante reconfortante que exista gente que a sus 90 y muchos años contemplen su propia lucidez como un privilegio y quieran, desde la inmensa experiencia que atesoran, zarandearnos un poco. Me ha encantado como nos invita a indignarnos, a encontrar motivos para ello. A luchar de forma pacífica contra la indiferencia, ese mal que hace que estemos muertos en vida.

6 comentarios:

  1. Sólo habría faltado que la señora hubiera buscado también la biografía (!!) del artistucho éste. Me alegra que no haya sido lobotomizada por Disney Channel, MTV o CUATRO en esa confabulación para crear estrellas de laboratorio, hechas por y para quinceañeras, que parece que tienen.

    Al menos espero que la SUPER POP llevase algún artículo interesante del tipo "Cómo robar el novio a tu mejor amiga", o unas gafas de sol sin homologar. Tomo nota del libro, que es el otro aspecto positivo de tu experiencia.

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  2. Como se de buena tinta que el libro es de tu interés, te lo haré llegar dentro de poco. Es el aspecto más positivo de mi experiencia. El post es un cúmulo de prejuicios tras otros, lo acepto, pero también he de decir que me quedé pensando en que las niñas pijas estas bieberianas no van a interesarse por este tipo de ensayos cuando ellas tengan 90 años.

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  3. No hombre, no. De prejuicios nada. Sólo hay que ver el vídeo de Telecinco y esa histeria colectiva de las muchachas de los noventa y principios de este siglo (me sigue sonando raro). Hasta puede que las compradoras de literatura barata que viste sean hijas de esas fans enloquecidas de Take That.

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  4. Sería hasta bonito. El ciclo de la vida, lo del Rey León y esas cosas. El ciclo de la gilipollez supina más bien.

    Me da que pensar (en que me hago viejo, entre otras cosas) la contraposición de las histéricas NOVENTAS con las histéricas DOSMILES. Clash of the titans!

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  5. Tomo nota del libro.

    Lo del fenómeno fan... pienso que todos hemos hecho tonterías en la adolescencia, y quien diga que no, debe de tener un problema.

    Pienso que llorar por ver a Justin Bieber y comprar todo su merchandising no hace daño ni molesta a nadie, y me parece estupendo que lo hagan. Se les pasará la adolescencia y el amor por Bieber y serán personas iguales que todos los que tenemos 10 años más.

    Tampoco creo que el interés de la señora mayor por el libro sea más legítimo que el de las niñas por el cantante. Las niñas tienen las hormonas por las nubes y además no comprenden el tema del libro. La señora mayor seguramente no comprende la música pop.

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  6. Estrella! :D

    No digas tampoco que el fenómeno fan (en sus múltiples vertientes) son sólo tonterías de la adolescencia. Yo soy fan fatal de mil cosas y no tengo más remedio que reconocerlo. De hecho hago más tonterías por ser fan ahora mismo que antes. Vivo en una edad del pavo sin fin. Me parece hasta entrañable esa MAGNIFICACIÓN del ÍDOLO. Que el mayor problema de tu vida sea que se separa una boys band. Lo que digo de no señalar con el dedo acusador, lo del video, lo de mi ex-compañera y lo de ser productivo para la sociedad, es todo medio verdad. Lo de mi ex-compañera al menos si lo es!

    Y otro detalle: me reconozco fan de Take That... ahora. Me gustaría ver cuantas fanáticas del video reniegan de ellos ahora cuando un mundundi como yo los escucha.

    Mas que el histerismo y la etiqueta de fans locas, lo que me molesto (bueno, tampoco, la verdad es que me da igual) es que eran MUY pijas. Soy un caso por supuesto, soy la maruja de los prejuicios. Me debo aburrir muchísimo... pero el caso es que el fenómeno Bieber me supera bastante. De nuevo me meto en opiniones que no me incumben (Bieber no va dirigido a mí, faltaría!), pero me parece que tiene el, ya típico, toque pre-adolescente Disney: personajes prefabricados con el mismo molde, blanquitos y perfectísimos, de imagen inmaculada, cubiertos por un halo de buenrollismo que no es tal, destilando mucha prepotencia que para nada censuran, enviando mensajes muy oscuros de forma subrepticia (sus declaraciones de Dios, el aborto, la familia... me parecen siniestras, muy de la América más profunda). Como Miley, como Selena, etc. Lobos con piel de cordero.

    La legitimidad no es ni mas ni menos. En terminos de "querer" dudo mucho que la señora "quiera" el libro más que las niñas estas sus cosas. Fans distintas y distantes. También prejuzgo mucho, a lo mejor la señora lo quería para su hijo. El caso es que no me dió la impresión, me pareció que era para ella y que estaba deseando leerlo. Me pareció muy entrañable. Una señora que seguro que tenía más de 80 años leyendo un libro de un tipo que tiene 93... y que va dirigido a la juventud actual. Un choque de identidades, como digo.


    Un abrazo!

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