Si no he arremetido
más veces contra
Antena 3 Noticias es porque pienso realmente que ver ese programa es perder el tiempo. Que esa afirmación venga de mí, que pierdo el tiempo con cualquier cosa gracias a mi atrofiadísimo criterio, dice mucho de la calidad y enjundia de los "informativos" mas vistos en esta
España nuestra. Mi último contacto reciente ha venido de la mano de los eventos posteriores al
15M, los indignados y demás historias por todos conocidas. Pudisteis leer en mi
anterior post que, afectado de un brote masoquista, decidí seguir la cobertura televisiva por los dos canales mas recomendables del reino: el que nos ocupa e
Intereconomía, más primos hermanos de lo que sospechaba en un principio.
La experiencia me reportó un par de sorpresas. Con lo primero que esbocé una sonrisa fue con el nuevo formato que tiene el informativo, que parece ser que viene de hace bastante tiempo pero que desconocía (con lo que me asigno un +1 por haberme mantenido alejado de esta aberración de programa y de cadena). Me refiero a ese acceso de honestidad brutal mediante el que estos informativos finalmente se muestran al mundo como lo que son: un inmenso publirreportaje encubierto donde tienen cabida sucesos, relleno a pie de calle, patochadas y, ahora sí, publicidad sin ningún tipo de cortapisas. Todo ello aderezado al gusto del consumidor, prescindiendo de esas mesas de noticiario tan recias y abrazando la puesta en escena colidante con sus intereses, es decir, la de los programas del corazón tipo
Gente o incluso
Salvamé, con sus presentadores de pie y el pantallón gigantesco al fondo. Dije publirreportaje encubierto cuando lo que debería haber dicho es noticiario encubierto. El nuevo
Antena 3 Noticias supone la conversión definitiva del noticiario habitual en crónica casposa de sucesos (amarillistas y/o rosas) Todo parecido con un informativo al uso, todo signo de rigor, seriedad... ¿puedo decir respeto al espectador? eliminado de un plumazo. Repito: los informativos más vistos de nuestra piel de toro. ¡Y olé!
Meditad ahora aquella cuestión de la oferta y la demanda. Yo diría que en este caso
Antena 3 mima a su público: si su progresiva mutación a la pestilencia es aceptada de buen grado por sus seguidores, que con su pan se lo coman. Luego pasa lo que pasa, que bien me hubiera gustado que
CNN+ hubiera seguido en pie para darme una cobertura al minuto de lo que acontecía en Sol en los días clave.
Paro ya de atacar al programa de marras porque hoy quiero apuntar directamente a su conductor:
Matías Prats. Apunte tímidamente el otro día un par de cosas de su vergonzosa cobertura de los hechos que quisiera reiterar, pues he tenido la ocurrencia de dejarme caer otra vez por sus fueros y salgo mas horrorizado si cabe. Mi "indignación" particular se basa en lo siguiente: este individuo no ha dejado de emplear un tono irónico y una actitud chulesca y despectiva para todo lo que ha tenido que ver con las concentraciones del
15M. Cualquiera puede llamarme exagerado pero sus inflexiones de voz, sus caretos y sus modos han evidenciado una posición que no se ha molestado en ocultar (todo lo contrario). Ya podíamos intuir de que pie cojeaba este señor pero que pretenda salir cada noche a su estrado a aparentar la objetividad que no tiene (ni ha tenido nunca) es asqueroso.
Ayer fue especialmente grave. Resulta que dentro de un afán populista 2.0. en el programa se plantean habitualmente cuestiones de interés que son contestadas por los internautas y mostradas después como si fueran los resultados de un sondeo
Sigma Dos. A mí estas cosas tan tendenciosas y manipuladoras me siguen chocando un poco, pero que sabré yo. Por supuesto también tienen
Twitter, una herramienta que viene al pelo para rellenar (más todavía) el programa. En algo que no se si era una sección, un interludio u otra cuña publicitaria encubierta (Twitter es PRIVADO, no está mal recordarlo de vez en cuando),
Matias leyó una selección de tweets relativos a los Acampados y al movimiento
15M los cuales, no hace falta que lo diga, viven horas bajísimas. Casualidades de la vida la mayoría de esos twitteos subrayaban esa línea, lo que proporcionó un momento multiorgásmico al acartonado presentador, que puso en sus labios, con su perfecta dicción viperina y envenenada, esos fragmentos de la crónica popular del desastre. Un instante de asco absoluto precedido y continuado por los anuncios creo que de una óptica y de un seguro de coches (tanto da).
La lista negra es un proyecto largo tiempo postergado y que supongo que no llegará a ninguna parte (como la gran mayoría de secciones que maquino habitualmente). Mi leit motiv es totalmente ombliguista, quiero compartir con las buena gente que merodea frecuentemente por esta casa mi selección de tipejos y tipejas hacia los que no siento simpatía alguna.
Matias Prats tiene el honor de inaugurar el cotarro, un merito de proporciones épicas pues le ha quitado el puesto a la persona que más arcadas ha proporcionado al (siempre quejoso)
Sr. Forfy con el paso de los años:
Ana Rosa Quintana, madrina honorífica en cualquier caso de esta sección y de mis mas bajos instintos: si la mascota de
Frosties nos invitaba a despertar
"el tigre que había en nosotros", la
Quintana lleva años despertando en mí una misantropía enfermiza.
Ignoremos a esta gentuza amigos. Hagamos un mundo mejor condenándolos al ostracismo que sin duda merecen.