Creo que ya toca decirlo: no tengo internet en casa. Estaba aguantando como podía porque ayer lunes la conexión tenía que haber vuelto, pero nada. Un cambio de servicio, incidencias... tampoco es la primera vez que pasa, pero no me apetece poner el grito en el cielo. De hecho lo he interpretado como una oportuna "cura de choque" de una de mis mayores adicciones.
Digo esto porque no se el resto, pero yo si no es en mi casa no puedo actualizar. Es evidente que tengo medios para publicar algo, como lo que estáis leyendo ahora. Pero no me apetece llevarme un documento en el pendrive, con sus fotitos y sus historias y darle luz verde en algún descanso que tenga en el trabajo... Prefiero dar un (otro) respiro a la página y ya volveré cuando pueda. Este mensaje por tanto va dirigido a mis habituales, que esta muy feo desaparecer sin decir nada antes.
Luego esta el tema de las adicciones. Pese a ser un yonki de la tecnología no me gusta sentirme atado por ningún cachivache. Podría vivir sin teléfono movil perfectamente, por ejemplo. Bueno... mentira y de las gordas, pero me encantaría. Si hay algo que detesto es tener la "obligación" de llevar algo encima que me hace totalmente localizable para cualquiera. Volviendo a internet la cosa es que tras unos cuantos días sin poder ver el correo o actualizar antes de acostarme, tengo mono. Para que negarlo. Y esa sensación de necesidad no me gusta nada de nada. Así que estoy aprovechando para hacer ese tipo de cosas que dejas de lado a diario porque quieres "conectarte un ratito" y luego te acuestas a las tantas.
Me estoy acordando ahora de mi adorado Messenger. Cuando tuve conexión por primera vez (mis gloriosos 56Ks) me descargué el programita y vaya si me absorbió... En unos meses tenía casi 200 contactos, y no os creáis que agregaba a cualquiera, eran todo personas conocidas o algún amigo de un amigo como mucho. Durante dos años me conecté casi a diario para que una media de 30 personas me contaran gilipolleces. Al principio recuerdo que me pareció el invento del siglo. La posibilidad de hablar con personas que estaban lejos o a las que no podía ver... no se en que momento se descontroló todo y las ventanitas se abrían una detrás de otra sin dejarme ver el fondo de pantalla. La culpa fue mía por supuesto, me caracterizo por ser una persona que sabe escuchar y con este invento a la gente le surge una necesidad imperiosa de ser escuchada. Las horas muertas frente al monitor. El consultorio del Dr. Forfy. Se juntó el hambre con las ganas de comer. Al final exploté, había personas que me daban toques a mi casa (mi movil apagado, por supuesto) para que me conectara... arderan merecidamente en el infierno. A la mierda el Messenger! Me hice cuentas nuevas y algún indeseable las descubría. Yo no les permitía hablar conmigo pero me habían encontrado, maldita sea. Ya tenía que revisar de nuevo a mis "elegidos" para buscar a Judas.
No soy ningún santito de todas formas, la verdad es que estaba enganchado por algo. Supongo que seré un degenerado que gusta de escuchar problemas ajenos, aunque creo que lo que me gustaba de veras era decirle a la gente lo que tenía que hacer (qué más da? nunca me hacían caso...) Todo esto es medio broma pero cuanto tiempo perdí, eso si que me duele. Cuando no hace mucho borré todas las conversaciones de esa época no logré sacar ni una medio decente. Para mi es el ejemplo perfecto de aborregamiento frente a la pantalla del ordenador. Y llegados a este punto ¿por qué os estoy contando todo esto? No estoy comparando Blogger con el Messenger ni nada por el estilo. Creo que es que hoy me han preguntado que por qué no tengo Messenger y quería hacer un post y estoy demasiado cansado y se me ha juntado todo en la cabeza... yo que se. El caso es que ya que lo he escrito lo publico mañana, anda que no.
Vuelvo en unos días con cosas más interesantes que contar. Muy posiblemente de lo que he visto en el Festival de Sitges que voy el fin de semana (contactaré pronto con los sospechosos habituales que se van a dejar caer por allí!), y alguna que otra cosa que estoy escribiendo.
Digo esto porque no se el resto, pero yo si no es en mi casa no puedo actualizar. Es evidente que tengo medios para publicar algo, como lo que estáis leyendo ahora. Pero no me apetece llevarme un documento en el pendrive, con sus fotitos y sus historias y darle luz verde en algún descanso que tenga en el trabajo... Prefiero dar un (otro) respiro a la página y ya volveré cuando pueda. Este mensaje por tanto va dirigido a mis habituales, que esta muy feo desaparecer sin decir nada antes.
Luego esta el tema de las adicciones. Pese a ser un yonki de la tecnología no me gusta sentirme atado por ningún cachivache. Podría vivir sin teléfono movil perfectamente, por ejemplo. Bueno... mentira y de las gordas, pero me encantaría. Si hay algo que detesto es tener la "obligación" de llevar algo encima que me hace totalmente localizable para cualquiera. Volviendo a internet la cosa es que tras unos cuantos días sin poder ver el correo o actualizar antes de acostarme, tengo mono. Para que negarlo. Y esa sensación de necesidad no me gusta nada de nada. Así que estoy aprovechando para hacer ese tipo de cosas que dejas de lado a diario porque quieres "conectarte un ratito" y luego te acuestas a las tantas.
Me estoy acordando ahora de mi adorado Messenger. Cuando tuve conexión por primera vez (mis gloriosos 56Ks) me descargué el programita y vaya si me absorbió... En unos meses tenía casi 200 contactos, y no os creáis que agregaba a cualquiera, eran todo personas conocidas o algún amigo de un amigo como mucho. Durante dos años me conecté casi a diario para que una media de 30 personas me contaran gilipolleces. Al principio recuerdo que me pareció el invento del siglo. La posibilidad de hablar con personas que estaban lejos o a las que no podía ver... no se en que momento se descontroló todo y las ventanitas se abrían una detrás de otra sin dejarme ver el fondo de pantalla. La culpa fue mía por supuesto, me caracterizo por ser una persona que sabe escuchar y con este invento a la gente le surge una necesidad imperiosa de ser escuchada. Las horas muertas frente al monitor. El consultorio del Dr. Forfy. Se juntó el hambre con las ganas de comer. Al final exploté, había personas que me daban toques a mi casa (mi movil apagado, por supuesto) para que me conectara... arderan merecidamente en el infierno. A la mierda el Messenger! Me hice cuentas nuevas y algún indeseable las descubría. Yo no les permitía hablar conmigo pero me habían encontrado, maldita sea. Ya tenía que revisar de nuevo a mis "elegidos" para buscar a Judas.
No soy ningún santito de todas formas, la verdad es que estaba enganchado por algo. Supongo que seré un degenerado que gusta de escuchar problemas ajenos, aunque creo que lo que me gustaba de veras era decirle a la gente lo que tenía que hacer (qué más da? nunca me hacían caso...) Todo esto es medio broma pero cuanto tiempo perdí, eso si que me duele. Cuando no hace mucho borré todas las conversaciones de esa época no logré sacar ni una medio decente. Para mi es el ejemplo perfecto de aborregamiento frente a la pantalla del ordenador. Y llegados a este punto ¿por qué os estoy contando todo esto? No estoy comparando Blogger con el Messenger ni nada por el estilo. Creo que es que hoy me han preguntado que por qué no tengo Messenger y quería hacer un post y estoy demasiado cansado y se me ha juntado todo en la cabeza... yo que se. El caso es que ya que lo he escrito lo publico mañana, anda que no.
Vuelvo en unos días con cosas más interesantes que contar. Muy posiblemente de lo que he visto en el Festival de Sitges que voy el fin de semana (contactaré pronto con los sospechosos habituales que se van a dejar caer por allí!), y alguna que otra cosa que estoy escribiendo.
--- END OF TRANSMISSION ---
P.d: Las imágenes son de NetRunner. Ya que no tengo internet estoy intentando averiguar como demonios se juega...
Pues eso, que me tenía vd. preocupado!
ResponderEliminarYo estaré allí, por supuesto, y aunque este año voy con el cuchillo entre los dientes y a muerte, econtraré el tiempo para invitarles a esas cañas que les debo!
Bonito blog el suyo oiga/n. De verdad que lo es.
ResponderEliminarSalud.
Chats, messenger, ircs... por todas ha pasado un servidor, y ha acabado acabando del mismo modo que usted. Me pregunto si sobrellevar un blog ayuda a la desintoxicación de estos entes (in)comunicativos internáuticos. Creo que no, puesto que hubo un tiempo en que no gozaba ni de unos ni del otro. Pero dudeo...
ResponderEliminarAproveche la desconexión todo lo que pueda, siempre que pueda.
Si tus problemas son Orange, módem adsl y probable duplicación de velocidad o cambio de protocolo por error 721 te comprendo, somos dos estafados.
ResponderEliminarUy, qué tiempos aquellos con el IRC, cuando no estaba ni Scytale, y cada media hora entraba algún mamón a hundirnos el canal #cinefilos. Hace un millón de años que aborrecí todo aquello, qué le vamos a hacer. En cuanto al messenger: no tengo nada en contra de una buena conversación, aunque de esas tengo dos al año con suerte. Lo uso más bien para resolver asuntos rápidos con algún amigo de mi círculo inmediato. Me agrada (vanidad pura) cuando me aborda un desconocido que se ha interesado por alguna de mis cosas en internet, pero cuando alguien convierte en costumbre abrirme ventanas para contarme sandeces lo ignoro sin contemplaciones.
ResponderEliminarAl final, los bloggers disfrutamos mucho más de este medio, en el que escribimos lo que nos place y leemos los blogs que nos gustan.
Hola, espero que puedas solucionar este problema de desconexión para que retornes al blog cuanto antes. Saludos!
ResponderEliminarPues a ver si hay suerte y te solucionan pronto el problemilla, aunque un par de días de desconexión tampoco vienen mal del todo...
ResponderEliminarAndaré por Sitges todo el fin de semana, a ver si coincidimos por ahí (ya que Kuroi paga las cervezas, jeje...)
Saludos!
no corra la voz, que luego no me va a dar tiempo a ver ninguna película!!!
ResponderEliminar